El
volumen lo integran trece temas hilvanados de manera coherente y en ascenso,
constituyendo otra aproximación del
nonagenario formato musical, a la
diversidad genérica de la muisca popular bailable cubana representada en
guarachas, congas, boleros, y sone.
Títulos que
han hecho historia en los 96 años del Habanero como Homenaje al Habanero de Menelao Cabeza, El son afincao de Silvio
Lozano, El guaguancó del Típico de Manuel Furé, Cómo está Miguel de Felipe
Neri, Guaracha callejera de Jaime
Gracián y ¡Ay negra! de Juan Antonio Jústiz
recuperan lozanía ahora con la presencia de los talentosos nuevos soneros.
La historia
de la música cubana está plagada de
glorias en todos los géneros y estilos y el Septeto Habanero es una de las estrellas que llenan
un cielo pletórico de grandes y buenos músicos.
Esta
emblemática institución fundada en 1920 ha tenido, desde sus inicios, la
premisa de ser escuela para la formación de jóvenes en la interpretación del Son,
convirtiéndose en el lugar escogido por grandes del pentagrama nacional y esa
es una de las características que aún la distingue.
Abelardo
Barroso, Félix Chappottín, Pedro Ibáñez, Laito Sureda, Vicentico Valdés y
muchas otros virtuosos de la música tradicional cubana iniciaron una prolífera
carrera artística en el Habanero, lo
que llega hasta nuestros días con la participación de jóvenes que con
excelentes cualidades musicales hoy incursionan en lo más genuino de las
melodías que identifican a este Isla.
Singularidades
sonoras y personalidad tímbrica propias caracterizan al Septeto, cualidades a las que se unen el respeto por los valores
tradicionales del Son cubano y que en suma lo convierten en el más legítimo
exponente del género y destacado defensor de la música tradicional de este
Archipiélago, rasgos distintivos que ahora también son custodiados por los
nuevos músicos reunidos en Escuela de Soneros.
En Portugal
por la venta de más de tres mil copias del CD “Habana 99” , el Habanero se alzó con un Disco de Oro,
Huésped Ilustre de la Ciudad de Colombia, en el 2001, nominado al Grammy Latino
en el 2010 y muchos otros méritos hacen del Septeto Habanero una de las glorias de la cultura cubana, ahora
también reconocida con el Premio Cubadisco 2017.
Su
influencia en otros grandes de la cultura nacional se demuestra con ejemplos
como el de Nicolás Guillén, destacada figura de las letras cubanas quien escribiera: “Sin embargo, el Son (o sones)
que influyeron en mi fueron los del Septeto Habanero, como he dicho antes, en
mi juventud, hacia fines de los años 20”
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