Hasta
su sede en el plantel donde se forman, ubicado en la centrohabanera calle Zanja
llegamos para participar del cierre del ejercicio de diagnóstico de la
comunidad, actividad curricular que les permitió conocer, en mayor profundidad
la realidad socio cultural de comunidades habaneras, a través de actividades de
familiarización que desarrollaron por un período de siete semanas.
El
taller profesional de diagnóstico les pertrecha con las herramientas esenciales
para el trabajo comunitario, propiciando un acercamiento a la historia y los
orígenes desde aspectos esenciales, además de la posibilidad de convertirse
en actores sociales que contribuyan a
sus transformaciones.
El
Reparto Santa Amalia, en el municipio Arroyo Naranjo, Versalles, en La Lisa, y la guanabacoense Aviada, estuvieron entre las comunidades
diagnosticadas por los futuros instructores de arte, quienes ahondaron en sus
realidades en aspectos referentes a hábitos sociales, situación higiénico-sanitaria,
utilización de espacios y elementos comunes entre sus pobladores, entre otros.
El actual programa docente está orientado a la formación de nuevos instructores de arte para el contexto cubano actual, como recursos humanos indispensables en las transformaciones socioculturales de las comunidades desde una lectura critica de la realidad, con responsabilidad y compromiso hacia el proyecto revolucionario cubano.
El curso
experimental pretende formar un profesor instructor de arte con vocación social y humanista, comprometido
con su rol de educador en la formación de una conciencia ciudadana responsable,
crítica y reflexiva.
Como educador y
promotor se desempeñarán en la conducción de procesos participativos
desde el arte y la cultura, los nuevos
instructores de arte que se forman en los cursos experimentales que se ponen en
práctica en el país, y que en La
Habana agrupan a 22 estudiantes.
Entre sus
principales funciones destaca el
acompañamiento a la comunidad en la búsqueda de soluciones
transformadoras, con la experiencia colectiva de sus miembros, basada en valores de igualdad, solidaridad,
cooperativismo y la articulación de varios actores sociales, que convergen en
lo local, redescubriendo y dinamizando sus propias potencialidades.
El joven Kevin
Press Menéndez es uno de los futuros instructores de danza, él intercambió con
los residentes den la comunidad Aviada, del municipio Guanabacoa.
¿Qué importancia le confieres a este primer ejercicio de preparación?
La comunidad en la
que me tocó actuar es de las reconocidas como “de tránsito”, por estar
integrada por personas que están en espera de viviendas definitivas, y por
otros motivos.
Creo que este
trabajo nos forma como profesionales más integrales desde lo profesional y lo
humano, convirtiendo nuestra labor artística en modo para alcanzar una
comunicación más efectiva con los vecinos.
¿Luego de los resultados obtenidos con tu investigación, cómo crees que
puedes convertirte en un actor social que ayude a transformar su realidad?
Primero con la
organización y la preparación, a lo que se suman los deseos de trabajar, todos
estos elementos unidos y aplicando las técnicas del trabajo comunitario, pueden
hacer de nosotros buenos y útiles actores sociales.
¿Por qué escogiste la especialidad de Instructor de Arte?
Mi formación en el
arte está muy relacionada con el trabajo cultural comunitario, en el proyecto
“Los cubanitos” comencé a relacionarme con la danza, guiando mis pasos y
contribuyendo a que aprehendiera valores como la amistad, el compañerismo y la
solidaridad.
A este proyecto y
su instructora (Teresa) le debo mi inclinación y las motivaciones por ayudar a
las personas de la comunidad, a que sean cada día un poquito mejores, desde la
apreciación de las artes.
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