Entrevista al artista de la plástica Osvaldo Ferrer Miranda
El salón de la tercera
planta del Museo Casa de África ha recibido un nuevo inquilino al que dará
cobija hasta el venidero mes de marzo.
El joven artista de la plástica
Osvaldo Ferrer Miranda llego desde Camagüey con la muestra Tratara nietos de Dios II, una
colección de dibujos a practicantes de la religión de matriz africana, en todas
sus expresiones.
Coméntanos
sobre este trabajo
Este trabajo surgió cuando comencé el quinto año de la
carrera, en la Universidad de las artes, con el propósito de que fuera mi
proyecto de tesis de graduación.
Luego de meses de
estudios me decidí por los retratos a practicantes, a partir de la carencia de
obras que perpetuarán la presencia de pilares importantes dentro de la religiosidad
afro cubana.
Personajes tan
fundamentales en la cultura cubana como el "brujo" o el
"santero", no fueron recogidos antes en obras pictóricas, a excepción
de Landaluce que lo retrata con tono burlón, no encontré referentes y eso me
motivo a tomar este camino.
¿Es
esta tu primera exposición personal?
No, la primera fue mi
graduación en el contexto de la pasada Bienal de La Habana y que tuvo por sede
las áreas exteriores de la Universidad de las Artes, titulada Tataranietos de Dios.
Me centro en estas
personas porque en alguna medida son el linaje de los brujos y santeros del
siglo XIX, a los que no pude acceder, por la notable lejanía epocal.
¿Cuantas piezas tiene la
muestra y cuál es la técnica empleada?
Diez piezas conforman
esta muestra, seis de gran formato y cuatro medianas. La técnica empleada es óleo
sobre lienzo.
¿Porque el retrato como
vía para expresarte?
Porque esta muestra
juega, en el tiempo, con la pintura de finales del siglo XIX y principio del
XX, momento en que la clase pudiente eternizaba su imagen a través de los retratos
y esta es la idea de mis piezas, hoy los
veo como la manera de dar a conocer al público una cultura y mi trabajo, pero
tan bien mi interés está en que dentro de dos siglos se va como un legado.
Estas personas son
homenajeadas en esta obra, ellos no solo practican la religión, sino que
defienden una cultura.
¿Está
en tu propósito dedicarte al tema de la religiosidad de matriz africana?
Esta etapa de mi obra la
voy a centrar en esta temática, quiero rendir homenaje a estas personas que
forman parte de una gran familia, aunque no hayan vínculos sanguíneos. Los padrinos son los
consejeros y merecen mi respeto.
También quiero comenzar
a trabajar en una línea que muestre mi montero estación personal del fenómeno
de la religión.
Me acerco, en esta
exposición a personas que son iconos en la comunidad y que aún viven en el
interior del país.
¿Solo te inclinase por
la Regla de Osha o te acercas a otras manifestaciones?
Con esta muestra me
aproximo, además, al Vodu haitiano, al Espiritismo y en la próxima Bienal de La
Habana presentare una colección dedicada y basada en el Palo Monte.
¿Cuál era tu línea de
trabajo anterior?
Otra completamente
diferente que rozaba con otros presupuestos artísticos más cercanos al objeto,
desde el punto de vista conceptual.
¿En qué centras tus
planes más inmediatos?
Tengo planes muy
ambiciosos para la próxima Bienal, en la que pretendo intervenir el Museo de
Arte Cubano con una pieza de un formato mucho mayor.
Esa obra se mantiene
sobre el tema de la ausencia del personaje religioso en la historia de la
pintura cubana.
Esa pieza centraría
todos estos retratos en uno solo, y pondría a dialogar una obra mia con la
historia pictórica de la nación.
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