Universos paralelos es el título de la segunda producción
discográfica protagonizada por la joven agrupación Kono y los chicos de Cuba, que lidera el percusionista japonés Haruhiko Kono,
residente en La Habana
desde hace tres décadas.
Cinco talentosos músicos conforman la nómina del formato
musical nacido en el Festival Jazz Plaza 2015 y que en este volumen llega con
una excelente fusión entre las sonoridades ancestrales del país nipón y ritmos
cubanos, con la peculiaridad de ser ejecutadas, en el caso de las sonoridades
de la nación asiática, con los instrumentos originarios e interpretados, los
coros en japonés, por los propios músicos.
Catorce temas aparecen recogidos en Universos Paralelos, placa en la que se identifican sonoridades
como la guajira, chachachá, danzón, rumba, jazz, ritmos de la cultura carabalí,
toques afrocubanos y la conga, constituyendo un abanico de expresiones
contenido en una mixtura singular producto de un arduo y extenso trabajo
investigativo.
Dos de los integrantes de la agrupación ofrecieron sus consideraciones
sobre el volumen: el músico, arreglista y director musical, Emilio Vega y el
líder del grupo. “…el mayor aporte a la música universal, de este disco, apuntó
Vega, está en la creación de un nuevo camino.
Conozco muchas agrupaciones japonesas, pero este trabajo
como tal no se ha realizado antes, es una labor de mucha entrega que se asemeja
mucho a la ciencia, ya que exige análisis casuísticos para culminar en un producto
en el que todo concuerde…”
Por su parte Kono comentó a esta publicación: “…son dos
culturas que siguen en paralelo y normalmente no se cruzan, pero con este
trabajo quise construir un pequeño puente para que ambas culturas se
encuentren…”
El bajista Roberto Hernández tuvo a su cargo todas las
cuerdas en el disco, para el saxofonista Yuniel Lombida constituyó una prueba
de fuego ejecutar los instrumentos de viento, en los que se incluyeron más de 5
flautas japonesas, la percusión cubana en el CD corrió a cargo de Santiago
Garzón y del propio Kono, quien es un virtuoso en la ejecución de los ritmos
que conforman el espectro sonoro cubano más ancestral y Emilio Vega ejecutó el
piano y el teclado.
El baterista Rodney Barreto fue el único músico invitado
al disco, ejecutando el drums como sólo él sabe hacerlo.
Como cartas credenciales acompañan al percusionista
asiático el haber sido discípulo de muchos de los más grandes ejecutantes de la
percusión popular cubanos de los últimos tiempos: Changuito, Justo Pelladito,
los Aspirina y Pancho Quinto, entre otros.
Específicamente en n relación con su cercanía al maestro Justo Pelladito el japonés
compartió algunas de sus experiencias:
“Soy amante y
admirador de la percusión cubana y de su música en general, aquí existen muchos
géneros y ritmos, en 1984 visité cuba en calidad de turista, estuve en el Festival
de Varadero y en el Sábado de la
Rumba que se celebra en la sede del Conjunto Folklórico
Nacional de Cuba, ese fue un día especial por la presencia de importantes
músicos, muy conocidos en el mundo.
Esa tarde vi por
primera vez el trabajo del maestro Justo Pelladito, quien ejecutaba los
instrumentos con una elegancia especial, y desde entonces me acerqué a él,
hasta que me incorporé a un curso en el Instituto Superior de Arte, donde
recibí sus clases y su sapiencia, por lo que le estoy muy agradecido…”
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